sábado, 21 de enero de 2012

EL PROPÓSITO

·Conocer mejor que es el graffiti.
Llevo haciendo esto desde que en 1ºESO, pase de pintar las mesas del instituto a realizar mi 1ª pieza en la calle. Yo lo entendía como una forma de expresión pública independiente inspirada en el Hip Hop y un determinado estilo o tipografía creativa. Pintaba muros exteriores, después también interiores, luego con técnicas de aerografía lo comencé aplicar en motos y objetos. Después de hacer el bachiller en arte decidí estudiar Bellas Artes en la universidad de Granada. Por lo que vendrían las exposiciones, el aprendizaje de otras técnicas y mi desarrollo como artista.

Con el tiempo he tenido la posibilidad de decorar casas, tiendas, discotecas… pero el seguir estudiando es lo que me ha permitido de un modo estable seguir haciendo lo que me gusta. Ahora estoy matriculado en la Tesis Doctoral.

Foto: Juan Barte

· Hacer graffiti con valores renovados.

Para la economía del prestigio de buena parte de los escritores de graffiti, la “ley no escrita”, defiende unos valores como el hurto (de los materiales), el vandalismo (como un requisito), la violencia (o un estilo de vida rebelde), las drogas...etc. Pero dependiendo de la escena y las personas que lo representan, se observa que el graffiti puede también presentarse con total integridad, valores constructivos, didácticos, pedagógicos, compromiso social…etc.
A lo segundo se le ha intentado llamar Postgraffiti, aunque los artistas y teóricos no se pongan de acuerdo y la mayoría aseguren que para ser graffiti este ha de ser ilegal (lo que personalmente yo no considero un requisito). De ahí que mi investigación tratará de enfocarse más en los valores, la cosmovisión o la aportación de una actividad que procura la apropiación o el uso del espacio público.

· Hacer la parte que me corresponde.

Desde mi último año de carrera comencé a pintar mis iconos de zapatillas NIKO, plataNIKOS o Marilyn´s con plantillas o sobre papel para pegarlo en diferentes ciudades a modo de graffiti street art (tan cercano a este como a la publicidad). Aspirando también a evolucionar y hacer arte en la calles de muchas otras formas, con el deseo de seguir haciendo graffiti sin estar atado a las reglas (leyes no escritas) pero sin perder tampoco sus aspectos comprometidos y positivos.

El vestir con ropa guay siempre me había gustado, y ello casi siempre era equivalente a llevar ropa de marca. Primeramente comencé a utilizar el icono de las zapatillas de un modo fetichista (ya que, de un modo irónico, podía dejar mi huella con zapatillas que coloreaba a mi manera).

El proyecto NIKO vs NIKE vino después, cuando (tras leer NO LOGO de Naomi Klein) descubrí que vistiendo estos productos yo era cómplice de la explotación de gente en países tercermundistas (en su mayoría bajo dictaduras legales). Me indignaron además las mil y una formas que emplean las grandes corporaciones para monopolizar y ampliar su mercado. Entonces decidí que:
“Si las marcas nos utilizan para dejarse ver yo también podía utilizar a las marcas para dejarme ver”.
Lo que hacen es legal. Yo soy consciente de que mi actividad es ilegal e insurrecta, pero en mi posición de artista y escritor de graffiti entiendo que desafiar los órdenes establecidos a menudo es necesario. Con mi trabajo espero que la gente entienda que las personas somos más importantes que las marcas.
Aclaración:
No siempre utilizo el mismo lenguaje icónico de la marca, me gusta moverme con libertad dentro de mis inquietudes. Aunque reconozco que las zapatillas NIKO me aportan una identidad en los círculos del graffiti y que lo utilizo como una forma de graffiti muy similar al marketing, inclusive para beneficio económico (aunque aclaro, no sea esto lo que más interesa).
www.nikomadrid.blogspot.com

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